Aunque William Faulkner dijo en varias ocasiones que había que estar loco para seguir recomendaciones a la hora de escribir literatura, eso no le impidió dar unas cuantas, en especial durante su estancia en la residencia de escritores de la Universidad de Virginia, en los años 1957 y 1958. Estas son algunas de sus ideas
1. No te inventes excusas.
“Creo que si uno está poseído por algo que necesita decir, va a escribir. Uno puede culpar a muchas cosas a la hora de no trabajar. Puede decir: “bueno, si no estuviera casado y con hijos, sería un escritor” o “si pudiera parar con lo que estoy haciendo, me pondría a escribir”. No me lo creo. Creo que si vas a escribir, vas a escribir, y nada podrá detenerte”.
2. Inspírate en otros escritores.
“Creo que el escritor es completamente amoral. Toma todo lo que necesita, cuando lo necesita, y lo hace de forma abierta y honesta, porque espera escribir algo lo suficientemente bueno como para que después otros cojan prestado de él, y él les da la bienvenida a esos futuros escritores, de la misma manera que siente que sus predecesores se la han dado a él”.
3. No te preocupes por el estilo.
“Creo que cada historia exige su propio estilo, por lo que el escritor no tiene que preocuparse por eso. Si reflexiona demasiado sobre el estilo escribirá algo precioso, pero vacío de contenido”.
4. Mantén un concepto inclusivo de la “propia experiencia”.
“Para mí, la experiencia es cualquier cosa que hayas sentido. Puede provenir de los libros, de una historia suficientemente viva y verdadera como para emocionarte. No se necesita hacer todo lo que hacen los protagonistas de tus libros, sólo hay que sentir las historias como verdaderas, entender los sentimientos que los mueven a actuar así. Eso es, para mi, la experiencia. Es imposible escribir algo que no venga de la propia experiencia, porque todo lo que he leído, oído, sentido e imaginado es parte de la experiencia”.
5. No agotes tu imaginación.
“La única regla que tengo es dejarlo mientras estoy en la cresta de la ola. Nunca te fuerces a escribir. Déjalo mientras lo que escribes está siendo bueno. Entonces es más fácil retomarlo al día siguiente. Si te agotas, entrarás en un terreno muerto y te costará salir de él”.
(Recopilación de Open Culture)