La historia de una frustración

Ayer acudimos con entusiasmo a escuchar a Carola Aikin en el festival Ñ pero aquello fue la historia de una frustración: a pesar del título de la mesa, «Puro cuento», y de la buena disposición del coordinador, no se habló de cuento sino de mercado, o de novela, o de narcisismos más o menos frustrados, o de los proyectos económicos que hacen bailar a los escritores bajo la batuta de las grandes editoriales. Dejamos el espacio entonces a Carola para que publique su texto, que no llegó a leer, y damos lugar aquí a un debate que debió darse, pero que no se dio, en el Círculo de Bellas Artes. 

UNA MESA REDONDA SOBRE EL CUENTO, AYER EN EL CIRCULO DE BELLAS ARTES, SALA DE COLUMNAS, ORGANIZADO POR LA FABRICA Y LA REVISTA Ñ


PURO CUENTO 


Este era el tema a debatir ayer a las cuatro de la tarde en la oscuridad de la Sala de Columnas del Circulo, en una mesa redonda colocada en lo alto del escenario e iluminada cual O.V.N.I sobre cuatro cabezas: la mía,  la de dos cuentistas más y la de Juan Casamayor, de Páginas de Espuma, quien había sugerido un guión bien interesante y que consistía en los siguientes puntos:


1. Qué es el cuento: intentar llegar a una “improbable” definición.


2. En qué consiste el oficio del cuentista: reglas, dedicación, herramientas, dificultades.


3. Cuál es el perfil del lector para el que escribís: formación, esfuerzo.


4. El mundo editorial: salidas, presencia comercial, cómo se nos recibe a los cuentistas.


5. Futuro del cuento: crecimiento sostenido versus boom, momento creativo, nuevas tecnologías…


La sala estaba llena….. pobrecitos.


Tras la presentación de Juan tomó la palabra uno de nosotros y empezó lo que sería el primer y último, el único “round” del pobrísimo debate que tendría lugar: el terrible panorama editorial, la gran frustración del cuentista frente al mercado, de la falta de retribución económica, el desprecio al cuento por parte de la mayoría de editoriales, la falta de lectores como consecuencia de todo esto, cómo la novela tenía una respuesta nada que ver…, y dale que te pego con la autoflagelación. En definitiva no se habló nada de lo importante, EL CUENTO, y mucho de los supuestos intereses (económicos, profesionales, corporativos, como los queráis llamar) de los cuentistas. De los cinco puntos propuestos sólo se habló del cuarto.


Aquí servidora no supo reaccionar, no supo dar un golpe en la mesa y reconducir con valentía el diálogo, aprovechar esta fantástica ocasión para hacer auténtica militancia y reivindicación del cuento. En fin, una depresión más en estos tiempos de crisis económica mundial.


Hoy sólo quería constatar mi frustración por cómo la puñetera crisis ha invadido todo, hasta nuestras pobres cabecitas, que ya no piensan en contar historias ni trabajar sobre ellas, sino en cómo coño colocarlas en el mercado, cómo abrir huecos, como vivir de ello. Temas importantes sin duda pero accesorios al fin y al cabo.


Me gustaría abrir en el blog un intercambio de ideas sobre este tema que tanto nos concierne a los cuentistas, una reflexión sobre cómo y en qué estamos metidos tantas horas de nuestras vidas. Aquí os lanzo algunas de las cosas que me proponía plantear en esa mesa y que, como os digo, quedaron atrapadas en esa espiral de frustración que barrió el debate.


EL CUENTO Y SU OFICIO. 


1. Por supuesto que es un género, un universo completo, un sistema cibernético que existe por sí sólo, como dice J.M. Merino: “sin el especímen cuento no puede haber ecosistema literario vivo”.


2. “Contar un cuento es saber guardar un secreto” (A. Neuman)… Esto me lleva a la teoría del iceberg. Sólo enseño una parte de un universo completo.


3. Como veis ¡!NI MENCIONAR la novela!!: la brevedad no es un fenómeno de escalas. La brevedad requiere sus propias estructuras (A. Neuman: “El decálogo del cuento”).


4. Relación del autor con: estructura, personajes, narrador. Aquí lo intrigante para mí es la figura del narrador, quien soy yo, quien es él o ella. Esto me lleva a la metaliteratura.


5. Reflexión sobre: “cuando escribes te enfrentas a ti mismo, tienes que descubrir quien eres tú con tu escritura. Es un viaje más personal de lo que parece.”. (C. Obligado).



EL LECTOR DE CUENTOS: ¿QUIEN ES, PARA QUIEN ESCRIBES?


Propongo analizar la relación entre Sherezade y el Sultán. Sherezade cuenta para sobrevivir, el Sultán ha de quedar satisfecho y lo suficientemente intrigado como para que le cuenten otro cuento y así perdonar la vida a Sherezade un día más.


Otro punto que considero esencial: ¿Se pueden leer los cuentos en trayectos cortos? Mi respuesta es que yo sólo veo a gente leyendo grandes novelas.


Creo que igual que el escritor nace o se hace  cuentista desde pequeño, igualmente el lector nace también lector de cuentos.



EL FUTURO DEL CUENTO


Lo primero fue el cuento.  A partir de ahí yo creo que nunca se extinguirá, más bien lo contrario, creo que ahora hay un resurgir y que el mundo editorial se está abriendo. Proliferan cuentistas, talleres, pequeñas editoriales militantes, se abren blogs, hay una actividad cibernética importante, etc.



Pensemos, debatamos, trabajemos….



Un saludo



Carola Aikin



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