Ahora sí terminaron los talleres presenciales y nos vamos de vacaciones. Para muchos, es el momento para escribir y leer y llevamos la maleta cargada de buenos propósitos. Ojalá que el tiempo nos cunda, pero, si no lo logramos, si no nos sumergimos en las páginas de ese libro difícil que queríamos leer ni terminamos aquél proyecto para el que ahora sí, teníamos tiempo, no olvidemos que también pensar es escribir, y que las lecturas relajadas enriquecen. Observar, imaginar, mirar, es también importante. Al fin y al cabo, como dice una buena escritora amiga, en la literatura, “todo hace caldo”.

20 comentarios

  1. no he leído nada porque me paso las noches viendo “En terapia”, es buenísima, el guión es del hijo de García Márquez…, Rodrigo García.

  2. Album de fotos | Ficciones sobre la Guerra Civil Española

    Esperábamos visita del extranjero. Podía llegar en cualquier momento, decía la abuela. Pero, el tío Miguel nos llegó de un modo inesperado y con algo de retraso debido a la distancia. Ese domingo aparecía en todas las portadas, sosteniendo un rifle mientras era abatido. La imagen dio la vuelta al mundo. El tío Miguel, se quedó en la trinchera y la abuela, compró un gran álbum de fotos, con la esperanza de que llegara el resto de la familia.

    Les invito a leer más en mi blog: https://zcronicas.blogspot.com

  3. Nada que no cure un buen mate..o en su defecto, un café con unas facturitas por ahí en Corrientes o Florida, cerca de alguna librería. Un abrazo

  4. Te acaricio y un gesto demasiado humano para el que no tengo palabras me inquieta. Bajo tu abrigo de pelo corto y sedoso intuyo mi epidermis. Dos mandorlas negras proyectan una mirada celeste tras la mascara atigrada y zozobro. Añoro habitar tu paraíso felino de rancia estirpe egipciaca, Lauk.

  5. Yo, desde la playa, sigo mis gestiones para que en el próximo curso puedan venir a hablarnos de las Mil y una noches.
    Un abrazo muy fuerte a los inquilinos del Aleph. Clara, no pases mucho frío.
    Carmen Dorado

  6. Además de comer, dormir, bañarme… y no todo por este orden. Estoy intentando reescribir mi cuento de las palomas.

    Unos ojos dorados bien merecen el esmero.

    Un beso, Clara.

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