En primera persona, un personaje recuerda el velatorio y entierro de su madre. Ha hecho un viaje para asistir a ambos acontecimientos y hace mucho calor.
En primera persona, un personaje recuerda el velatorio y entierro de su madre. Ha hecho un viaje para asistir a ambos acontecimientos y hace mucho calor.
“El extranjero” de Albert Camus.
Pero, ¿cómo es el comienzo? Venga, ya casi, casi…
¡Jajaja…! está bien:
“Hoy ha muerto mamá. O quizá ayer; no sé. He recibido un telegrama del asilo: «Madre muerta. Entierro mañana. Sentido pésame. Esto no quiere decir nada. Podía ser ayer…”
Esto es divertido.
Otro saludo.
Qué comienzo tan bueno y tan sencillo, ¿no te parece?
Es conciso y muy directo. No siempre los comienzos de las novelas son lo mejor, no siempre dan ganas de seguir leyendo (hay libros cuyos principios son verdaderamente pesados y hasta que no se ha avanzado bastante, parece que no arranca) pero sí es verdad que cuando la historia gusta, casi siempre uno recuerda mejor el comienzo que el final. Al menos a mí me pasa.
Saludos.
Un buen comienzo es un lujo, el problema es que luego hay que estar a la altura…