Acabo de terminar “Un momento de descanso” (Tusquets), de Antonio Orejudo, me resultó muy divertida, aunque es una novela bastante amarga. Me encanta el esperpento tal y como se trabaja en España, tiene una magnífica tradición: La Celestina, El Lazarillo, incluso el Quijote pueden considerarse novelas donde el humor es central. Pero suele pensarse que un libro de humor es menos que un libro “serio”. En realidad, no es más que una visión solemne de la literatura. “Un momento de descanso” desmiente este punto de vista. ¿La habéis leído? ¿Qué os pareció?
Tengo su libro “Ventajas de viajar en tren” que me firmó y la dedicatoria es divertidísima.
Carmen Dorado
Yo estoy buscando los demás. ¿Lo leíste? ¿qué tal?
Qué curioso!! Hace años leí “ventajas…”, recuerdo que me lo dejó una amiga, porque creía que me iba a gustar. Aysss, Clara, si te gusta el esperpente, si lees ese libro, vas a flipar… Es brutal!!!
La historia, los lugares, los personajes… son completamente esperpénticos. Te gustará seguro.
Carmen Dorado
Me gusta el esperpento español, me encanta Valle Inclán, por ejemplo, o esa mezcla de picaresca con novela negra que hace Mendoza en El laberinto de las aceitunas y el misterio de la cripta embrujada. También algunos cuentos de Hipólito Navarro van por esta vía, aunque no tantos. Metería en este saco también algunas películas de Berlanga, El Verdugo, por ejemplo, que es una joya. Siempre me ha llamado la atención que no se le de más importancia y se considere casi de segunda…
Luces de Bohemia, Divinas Palabras, Tirano Banderas… necesitamos muchos como Valle Inclán.
Carmen Dorado