Y los lectores finalmente dan sentido al trabajo del editor. Más allá de un esmerado cuidado al autor y su obra y el lógico miramiento en temas como la distribución y promoción, el lector, para el editor cultural, se sitúa como el referente a ese mirar y ese cuidar. Las pautas de la edición con editor buscan crear un catálogo de fondo, una política de autor y un acercamiento continuo al lector desde la coherencia y la ilusión del día a día del editor. Todo ello invita a pensar que las citas entre lectores y editores son necesarias y sobre todo acercan al editor a su realidad final, la que debe mimar. Si además ese encuentro está tutelado por una amiga como Clara Obligado y por el nutrido grupo de alumnos de su taller, que permanecen atentos y que interrogan sin miedos, podremos afirmar que el saldo es ampliamente positivo, que unos y otro aprenden e intercambian fortaleciendo ese hilo invisible que se establece entre el lector y el editor. En definitva, un placer en el que recaer.

Juan Casamayor. Editor

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