Tenemos en el Taller varias colecciones de libros. Una de ellas es “De Lirios del Taller”, donde damos cabida a propuestas literarias surgidas casi espontáneamente y que nos parecen especialmente interesantes. Son libros pequeños,muy ágiles, y representan, en general, un proceso de escritura particular que, por sus características, vale la pena dejar impreso. “Veintitrés formas de tocar el cuerpo de una mujer” nació así, de una propuesta que nos hizo Javier Morales, en colaboración con “El Asombrario”. Se nos instó a escribir una colección de cuentos que saldría en el periódico a lo largo del verano, y que incluyera, de alguna forma, el cuerpo de la mujer. En el verano anterior los cuentos habían versado sobre el cuerpo masculino y yo trasladé a tres de nuestros grupos esta idea. No podían ser más de veintitrés textos, tendrían una extensión pautada, debían mencionar el cuerpo femenino y, el resto, quedaba a consideración de cada escritor. Intenté no interferir en el enfoque. La respuesta fue asombrosa. No sólo por la calidad de muchos textos, sino porque en ellos aparecía una perspectiva que denota un cambio. Una reflexión donde ética y estética se entremezclan. Donde la literatura da cuenta de nuestros progresos e inquietudes. Donde el pensamiento y el placer de la lectura son una y la misma cosa. Os dejo la invitación para que festejéis con nosotros. Un rato para compartir, brindar, conversar.